“Las
acciones humanas son la consecuencia de las necesidades sentidas por el
individuo, psíquica o físicamente’. Abraham Maslow.
La libertad humana se puede definir como la
"autodeterminación axiológica" esto es, la
plenitud y normalidad del poder de resolverse a actuar, en virtud de una
deliberación consigo mismo y de obrar en el sentido dictado por una
determinación, normalmente nacida a partir del propio discernimiento.
La libertad en este caso, consiste en una
serie de facultades naturales que tiene el hombre para regir sus acciones,
donde se destacan, el movimiento manejado por medio de su sistema
motriz-corporal; la alimentariedad, esto es su capacidad de nutrirse y asimilar
los alimentos por medio de los órganos dispuestos para tal fin; la libertad de
pensamiento realizado por medio del intelecto y el cerebro como aparato
procesal; y la respiración, la cual está asociada con las demás funciones
complementarias del sistema nervioso.
Significa que una persona libre, de hecho se
convierte en el verdadero autor de su conducta, pues él mismo determina su
condición en función de los valores que previamente ha asimilado y apropiado
para sí.
Cuando el sujeto actúa impedido por factores,
circunstancias y personas, no tiene plena libertad, o la misma se da en forma
disminuida, de modo que ya no puede decirse que él, es el verdadero autor de su
propia conducta.
De acuerdo con esto, se dice que la condición
previa de la libertad en un individuo, es la captación y asimilación de los
valores que lo rigen. En la medida en que un individuo amplíe su horizonte
axiológico, podrá expandir paralelamente el ámbito de su propia libertad.
Mientras en la medida en que la persona permanezca ciega a ciertos valores, se
puede decir que su libertad está restringida.
En todos los casos, la libertad humana debe
ir paralela al sentido axiológico y al sentido de responsabilidad, pues de no
ser así, ella se convierte en libertinaje.
La postura que niega la libertad humana, es
el "determinismo", teoría sostenida por B. J. Skinner que tiene
muchos seguidores, este psicólogo conductista rechaza la completa libertad, en
función de un fenómeno también real: los condicionamientos en los que vive
inmersa la mayoría de la gente y de su dependencia. Sin embargo, en términos
generales se denomina determinismo, la idea de que cualquier resultado
específico acontece debido a circunstancias anteriores.
Este tipo de tendencia atribuida al filósofo
alemán Gottfried Leibniz, afirma que todo lo que se presencia o experimenta en
el entorno, independientemente de su aspecto fortuito, sucede debido a la serie
de acontecimientos que lo precedieron. La teoría está mejor descrita con las
palabras del propio Leibniz: “Nada tiene
lugar sin una razón suficiente; es decir, si alguien tiene suficiente
conocimiento, siempre puede explicar por qué las cosas pasan de ese modo “.
Recientemente, el concepto del determinismo
ha aclarado por científicos como Jacques Monod, premio Nobel de Biología en
1965, quien declara: “Cualquier cosa
puede ser reducida a simples y obvias interacciones Mecánicas”.
En el mundo de la mecánica cuántica, un
evento cualquiera ofrece una perspectiva muy diferente, producto de la acción
de un agente adicional, el cual ha sido ha sido identificado como ‘El libre
albedrío’, esto es, el poder de elegir los pensamientos voluntariamente, actuar
conscientemente y tomar sus propias decisiones, haciendo prevalecer el deseo y
la voluntad.
Uno de los aspectos más importantes de
crecimiento en la vida de una persona, es su proceso de liberación.
La libertad puede aumentar o disminuir a lo
largo de la vida. Los primeros factores que limitan la libertad del hombre son:
la dependencia, cierto tipo de creencias, los condicionamientos propios y los
ajenos, las manipulaciones, las emociones sofocantes, las restricciones
sociales, la marca de las costumbres y las ataduras que conlleva una enseñanza
sesgada o equivocada.
El tipo de libertad aquí planteada se refiere
a la libertad interior, que se caracteriza por la aplicación de los valores
aprendidos por el individuo, asimismo llamada libertad axiológica, válida una
vez que se asimila el sentido racional de los valores, pues es el hombre libre
quien elige a voluntad, realzar algún valor o rechazarlo.
Las formas de aplicar la libertad se resumen
en el siguiente cuadro:
TIPOS DE APLICACIÓN POR TÓPICO-RADIACIÓN
TÓPICO
|
TIPO
(+)
|
TIPO
(-)
|
EMPRENDIMIENTO
|
Inspirada
|
marásmica
|
RACIONALIDAD
|
Versátil
|
precipitada
|
SENSIBILIDAD
|
Previsora
|
pueril
|
CORPORALIDAD
|
Funcional
|
estática
|
EMOCIONALIDAD
|
Admirativa
|
fingida
|
CREATIVIDAD
|
Imaginativa
|
rústica
|
ESPIRITUALIDAD
|
Sobresaliente
|
insignificante
|
CORDURA
|
Maleable
|
rígida
|
EMOTIVIDAD
|
Original
|
imitada
|
FORMALIDAD
|
Franca
|
falsa
|
LÓGICA
|
Flexible
|
inflexible
|
SENSATEZ
|
Emergente
|
desdeñosa
|
Dennis
Hebron.
Es
más, según ciertas corrientes de filosofía oriental, las bases cosmológicas del
funcionamiento natural de las cosas, explican cómo la naturaleza floreció
debido a su cambio evolutivo constante y lo hizo sin obstruir su evolución natural.
Al mostrar un ejemplo contrapuesto, llega el argumento que las normas fiscales,
los tabúes y la naturaleza misma del hombre, responden a la obediencia de
normas artificiales impuestas por una jerarquía dominante, que impiden el
despliegue libre y espontáneo del individuo, de forma que se permita forjar un
desarrollo satisfactorio, en pleno acuerdo con su propia naturaleza.
Por
lo tanto, la libertad hoy conocida llega traumatizada después de una serie de
argumentos vinculados con la forma de tomar decisiones, ello sin disponer de
una vía libre contextualizada, haciendo entonces que ciertas decisiones propias
que serían deseables a partir de aquellos argumentos que permiten el desarrollo
armónico, no lleguen del modo como enseña la naturaleza, como mecanismo para
asegurar la prosperidad del individuo y en consecuencia, obtener el desarrollo
del bien común.
Dicho de otra manera, la libertad no existe,
cuando una persona es ciega ante los valores. Entonces, actuar libremente
significa adoptar y aplicar un valor, o igual rechazarlo de forma consciente. Cuando
no existe uno o varios valores establecidos en la mente del individuo, su
conducta simplemente estará orientada, por instintos, reflejos, hábitos,
condicionamientos, inclinaciones inconscientes, presiones externas, etc., y
nunca como resultado de su propia decisión.
La percepción de los valores es indispensable
para que se consolide un acto libre y debe ser visto desde varias perspectivas.
La importancia de adoptar distintas perspectivas se
puede resumir posiblemente con el ejemplo del álgebra, que muestra claramente
los beneficios derivados de contemplar las cosas desde distintos ángulos. En
matemáticas, cualquier ecuación no es otra cosa que dejar sentados dos o más
modos diferentes de describir algo.
La
utilidad de contar con dos o más modos de ver las cosas, en vez de uno, es tan
grande, que constituye la piedra angular de la grandiosa ciencia matemática. El hecho de que haya dos o más modos
diferentes de contemplar algo a ambos lados del signo "igual",
posibilita el distinto manejo de la interpretación del todo, para llegar a una
misma respuesta. Existen
dos modos de percibir los valores:
1.
En forma conceptual. Que se logra por medio de explicaciones teóricas,
ejemplos o descripciones más o menos aproximadas del objeto valuado.
2.
En forma intuitiva. Que se logra por medio de una vivencia en la cual se
capta, se aprecia y finalmente se adopta ese valor como tal, dentro del mundo
personal del sujeto cognoscente.
Para que se pueda dar la libertad axiológica,
debe existir la posibilidad de un conocimiento holístico o intuitivo de uno o
varios valores similares o contrapuestos. Sin este tipo de conocimiento,
diferente al conocimiento conceptual, no es posible que se dé el concepto de
libertad axiológica que conduce al valor moral. En otras palabras: para elegir
la aplicación de un valor, primero hay que conocer y apreciar su concepto en
cuanto a él mismo y en lo posible, a su opuesto.
Para disponer de un manejo simple de las
clasificaciones de la libertad, sencillamente se ha divido dos:
1.
Libertad-de: Que significa no tener ataduras o limitantes. Estar libre de
obstáculos, de vínculos o de restricciones, sean estos de orden físico o de
orden moral.
2.
Libertad-para: Que significa ser libre de decidir los medios para alcanzar
un objetivo o para realizar un valor o para llegar a una meta. Esta libertad de
orden interno y reside en la voluntad.
Sin embargo, la libertad humana no es absoluta,
pues siempre hay barreras que la limitan, y a veces, hasta anulan la libertad
plena de la conducta humana. El estudio de las limitaciones, proporciona mayor
claridad para la comprensión de las acciones humanas ante la vida real. En la
medida en que falta libertad, el acto humano pierde su calidad y llega a
convertirse en un simple acto del hombre. A pesar de ello, la libertad puede
conquistarse e incrementarse, a partir del mayor nivel de desarrollo y madurez
obtenido por cada uno. Afortunadamente, existen métodos y procedimientos
psicológicos que fomentan éste gradual crecimiento de la libertad personal.
“La libertad está en ser dueños de la propia
vida”. Platón.
Fuente: Mi libro: “UN
SENDERO A LONTANANZA”.
Registro de Propiedad Intelectual DNDA:
10-427-242
Autor: Daniel García
Vanegas.
Etiquetas: ética moral
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