LA CONDENZACIÓN (II)
Dicha proporción
también es conocida como ‘La razón áurea’ que representa todo un complejo
modelo de belleza.
Su aplicación
matemática, nace de plantear la hipótesis de la proporcionalidad entre dos
segmentos la cual dice: "Se trata de
encontrar dos segmentos tales que el cociente entre el segmento mayor y el
menor, sea igual al cociente que resulta de la suma de los dos segmentos, más
el mayor de ellos"
Su desarrollo
define que sean los segmentos, A: el mayor y B, el menor. Entonces, al ser
planteando en forma de ecuación se presenta la siguiente igualdad: A/B
=(A+B)/A, lo cual, se llega a resolver como una ecuación cuadrática de segundo
grado, cuyo valor numérico, se simboliza con la letra: Phi (fi) quedando así
planteada:
Éste valor marca
la proporción de lo que se denomina ‘La sección áurea’, de la cual tal cómo se
mencionó, los antiguos griegos aseguraban que conducía a la armonía, a la salud
y a la belleza, y que además, constituye la base en que se fundamenta el arte y
la arquitectura de la época.
La mencionada
proporción, se encuentra con sorprendente frecuencia en las estructuras
naturales que conllevan el uso de la agradable la proporción 1,618…, cuando su
relación existe entre la longitud y el ancho. Sus extrañas propiedades son
motivo para que la Sección Áurea, haya sido considerada históricamente como
divina en sus composiciones, e infinita, en sus inagotables significados.
Si bien es
cierto que la armonía se puede expresar mediante cifras, en especial dentro de
espacios pictóricos o arquitectónicos, también está presente en el reino de la
música y por supuesto, en la naturaleza en pleno. La armonía de la proporción
áurea, se revela de forma natural en muchos lugares.
Entre otros, en
el rostro y el cuerpo humano, o en los ventrículos del corazón que recuperan su
posición de partida, en el punto equivalente al ciclo que marca el ritmo
cardiaco.
Igual es notable
ver que si se divide el grado de inclinación de una espiral de ADN o de la
concha de un molusco por sus respectivos diámetros, se obtiene como resultado
la medida mágica de la Sección Áurea.
Su proporción
matemática se refleja en la circunferencia así:
Por otra parte,
si se mira la forma en que crecen las hojas de las ramas de una planta, se
puede ver que cada una crece en un ángulo diferente respecto a la de debajo y
que el ángulo más común entre hojas sucesivas está directamente relacionado con
dicha Sección Áurea.
En arte y la
arquitectura durante siglos, han utilizado con extraordinarios resultados las
famosas propiedades armoniosas de la geometría sagrada Usando el Pi y el Phi y
en especial de la Sección Áurea.
Las dimensiones
de la Cámara Real de la Gran Pirámide se basan en la Sección Áurea; Leonardo Da
Vinci, la incluyó en muchas de sus pinturas y Claude Dehussy, se sirvió de sus
propiedades proporcionales en la música.
Hay cientos de
ejemplos del uso intencionado de la sección áurea en la pintura, escultura,
construcción y música, pero sobre todo, se destaca en aplicaciones matemáticas y
geométricas.
Por ejemplo, la
llamada secuencia de Fibonacci, corresponde a una sucesión infinita de números
que comienza por: 1, 1, 2, 3, 5,8, 13, 21,.. , en la que cada uno de ellos es
la suma de los dos dígitos anteriores.
Lo notorio es
que para cualquier valor contenido en la secuencia mayor que tres, la
proporción entre cualesquiera dos números consecutivos es 1,618, o Sección
Áurea.
La presencia de
la secuencia de Fibonacci, se encuentra en la naturaleza, por ejemplo, en la
que la flor del girasol que tiene veintiuna espirales que van en una dirección
y treinta y cuatro que van en la otra; ya que ambos son números consecutivos
determinados por Fibonacci.
En las curvas de
una concha de Nautilus, cada nueva circunvolución completa cumple con la proporción
de 1: 1,618, si se compara con la distancia medida desde el centro de la
espiral precedente.
Por esta razón,
el logos palabra primordial de
Heráclito o verdad inocultable es la misma llave que Lao Tsé llama el Tao y que los vedas denominan el Rit o Rta, tierra viviente de auto-semejanza geométrica, asociada con el
tetraedro, fuente energética de espiral primordial.
Su significado
en sánscrito, se asimila con ‘encajar perfectamente sin fisuras’ o ‘la unión
perfecta’, cuyo accionar se asocia con una rueda que gira en armonía rítmica,
en forma suave y equilibrada.
Ésta, en doble
espiral crea límites naturales. Por ejemplo, coincide perfectamente con el ojo
humano que a su vez responde a la natural superposición de las líneas de la
espiral del Phi doble.
Además, conecta
con la palabra griega Harmos
(armonía) que equivale a la latina Ars
que a su vez es la raíz etimológica de los términos arte y artista, entre
otros.
La pregunta de
fondo que surge es: ¿Cómo encaja todo?
Una vez se
colocan los tres aspectos juntos, bajo una misma pauta, esto incluye, el
Toroide, el Vector de Equilibrio “VE”, y los espirales de “Phi”, se termina por
enlazar un modelo completo que resulta ser dinámico y cuya representación se
parece a al modelo que ilustra éste título.
Mientras que por
apariencia, el toroide que se presenta a todas las escalas, hace creer que se
vive dentro de un universo fractal.
Bien, el término
fractal, deriva del Latín fractus que
significa algo quebrado o fracturado, cuyo modelo más recientemente fue
propuesto por el matemático Benoît Mandelbrot, en 1975.
‘Fractal’, se
asocia con la repetición de unos mismos patrones en todas las escalas, sean
consideradas como apreciables a simple vista o por medio, ya sea de un
microscopio o a través de un telescopio.
Cuando se mira
una pequeña parte de un fractal, se detecta que esta tiene la misma apariencia
que su forma completa y viceversa. Ejemplos conocidos son: las cadenas
montañosas, los lechos de los ríos, las plantas y la imagen proyectada por las
descargas eléctricas.
Todo lo anterior
planteado como posible representación de formas, implica la posibilidad que
existan diferentes resultados, para cualquier hecho que haya sido ya iniciado.
Los inmensos
alcances de este tipo de pensamiento, dan un nuevo sentido a la vida e invitan
a considerar los puntos de vista con los que permanentemente se efectúan los
análisis de los eventos de la vida cotidiana, como elementos vinculantes del ahora
y con la serie de elecciones que darán pie a las experiencias futuras.
No es ninguna
novedad la existencia de la opción que acontezcan muchos resultados para un
mismo evento, esto lo anticipó la física cuántica, desde el momento en que
efectuó la postulación de la teoría en sí misma.
Actualmente, el
avance de la ciencia ha dado sentido de realidad a ciertas posibilidades que
antes fueron consideradas esotéricas; el hecho que ahora se conviertan en
posibilidades cuánticas a la luz de la teoría de la incertidumbre, se apoya en
lo que la misma postulación sostiene: “Cada
posibilidad ya ha sido creada y está presente en nuestro mundo”.
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Fuente: Mi
libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
Registro de Propiedad
Intelectual DNDA:
10-427-242
Autor: Daniel
García Vanegas.
ETIQUETAS: Toroide,
toroidal, vector de equilibrio, phi, fi, proporción áurea, Efecto Coriolis,
magnetismo, energía, vibración frecuencias, fuerza, Entidad, Existencia,
partícula de Dios, identidad, singularidad
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