SÍMBOLOS DE LA VIDA (1)
“La geometría sagrada
permite comprender la unidad de la vida y encontrar el origen común de lo que
acaece entre los diversos sucesos entre sí”. Dennis
Hebron.
Flor de la vida
Es el
nombre genérico moderno que se ha dado a una mítica y mística figura geométrica
compuesta por múltiples círculos superpuestos
que muestran un diseño uniforme de modo que se arreglan para formar un
patrón tipo flor que conlleva una simetría multiplicante.
Para
algunos, cuenta con siete o más círculos del mismo diámetro intersecándose de
modo que se superponen con la condición que el centro de cada círculo se
encuentra en contacto con la circunferencia que aglutina de los seis círculos
más próximos, asociada con la semilla de la vida.
En
algunos casos la representación de los círculos circundantes puede parecer que
no se encuentren completamente dibujados y por tanto, visualmente la Flor de la
Vida aparece compuesta de círculos y arcos-lentes.
Se
supone que esta figura está cercana al más excelso símbolo de la geometría
sagrada, ya que corresponde a una representación eximia de las formas
fundamentales que han sido impresas por cuenta del tiempo y el espacio.
Se
cree que en su conformación contiene los bloques básicos de construcción de la
vida en el universo y asimismo, representa tanto la fuente de toda vida, como
de su total interconectividad.
La flor
de la vida contiene toda la información sobre el origen y tránsito de todas las
formas de vida que se acomodan en campos de energía alrededor de los cuerpos
que se acoplan a la geometría sagrada. Cuando se activan los campos de energía
en forma concreta, se crean campos de fuerza energética que se pueden usar para
viajar entre dimensiones y cumplir el proceso de ‘ascender’.
El
símbolo de la flor de la vida, fue llamado así por que simboliza un árbol que a
su vez contiene una flor, la cual a al mismo tiempo contiene una semilla o
fruto, que de manera sucesiva contiene al árbol. Igual la alquimia hace uso de
los componentes de la flor de la vida como una parte fundamental de su obra.
Semilla
de la Vida
La ‘Semilla
de Vida’ está formada por siete círculos que en la realidad son esferas que disponen
de una simetría séxtuple, que conforman un patrón de círculos y de lentes,
diseño que actúa como el componente básico de la estructura de la Flor de la
Vida.
Simboliza los siete días de la creación en la que el
Creador Judeo-Cristiano[1] donó la
vida y cuyo primer paso comienza en un punto que se amplía a un círculo plano
donde la formación de la Semilla de la Vida y la Flor de la Vida en armonía,
comienzan con el desarrollo de un círculo simple representado en un modelo
plano de 2D, el cual, en un siguiente paso gira sobre su eje hasta formar una
esfera para así crear un modelo de 3D.
Según
algunas creencias religiosas, el primer paso en la realidad es su propia
derivación hacia la 3D, pues la construcción de la semilla de la vida, ha sido
el resultado de la creación del octaedro por un divino ‘Creador’.
Dice la
tradición, que la conciencia creadora existe dentro del punto, pasa al círculo
y llega a la esfera, para consolidar la otra única cosa física que existe que
es la membrana de la esfera en sí.
Éste
primer paso de la evolución, no debe ser confundido con el primer día de la
creación, pues se cree que ese primer día, en realidad sólo corresponde a la
formación de la Vesica-Piscis o
‘vejiga del pez’ en latín que es el símbolo derivado de la intersección de dos
círculos de mismo radio los cuales se intersecan de tal manera, que el centro
de cada uno toca el centro de la circunferencia del otro.
De esta
forma, consolidada la dualidad, a continuación vino la creación del Trípode de
la Vida soporte de la existencia; al siguiente día, fue seguida por una nueva
esfera agregada para hacer su estructura auto-soportante y así se agrega una
nueva cada día subsiguiente, hasta alcanzar las siete esferas que conforman la
constitución de la Semilla de la Vida, esto acaece sucesivamente hasta el sexto día de la creación. El séptimo día,
entonces corresponde al día de descanso: ‘Sabbath’ o ‘Shabat’, según lo
pregona la cábala.
Narra
la historia que a través de la interpretación geométrica, en el siglo XIII, un
grupo cabalista francés tuvo éxito, al dividir con cierto orden el alfabeto
hebreo, por medio de la Semilla de la Vida. El alfabeto resultante fue
notablemente similar al descrito por el sabio religioso Rashi (Rabbi) quien
escribió para aquel momento, comentarios al respecto del antiguo testamento.
Huevo de la Vida
A
partir de la creación de la Semilla de la Vida, el mismo movimiento del vórtice
actuó para crear la siguiente estructura conocida como el ‘Huevo de la Vida’.
Esta
estructura, forma la base para permitir el desarrollo de la música, ya que las
distancias entre las esferas, resulta idéntica a las distancias entre los tonos
y los medios tonos propios de la escala musical.
Su forma
también resulta idéntica a la estructura celular que se aprecia en la tercera
división embrionaria multicelular, que aparece durante la primera hora de su
formación, una vez que la primera célula se divide en dos, luego pasa a cuatro
células y luego a ocho.
Si se
crean más y más esferas, se acaba construyendo la estructura llamada la Flor de
la Vida. Así, el símbolo del Huevo de la Vida, se asemeja a la forma de un
embrión multicelular en las primeras horas de la creación.
Por lo
tanto, ésta es la misma estructura que se aplica al continuar su desarrollo
para crear por ejemplo el cuerpo humano y todos los sistemas de energía,
incluso los utilizados para crear la Mer-ka-bah o puerta dimensional, como
elemento primordial de la continuación de la vida.
Fruto de la Vida
Es otro
símbolo asociado es el llamado esta vez compuesto por trece círculos o sistemas
informativos que operan a partir del diseño de la Semilla de la Vida, en donde
cada uno explica un aspecto complementario de la realidad que el Fruto de la
Vida y conlleva el plano del universo, ya que contiene la base para el diseño
de cada átomo, la estructura molecular, para dar forma a la vida, así como todo
aspecto válido en la existencia.
Cada
una de las trece esferas describe o explica de manera pormenorizada algún
aspecto de la realidad, ya que integra todo cuanto se pueda ver, pensar y
sentir, por ser considerado la fuente del universo
Estos sistemas son
capaces de dar acceso a todo lo que va desde la conformación del cuerpo humano
hasta la más compleja e intrincada galaxia. En el primer sistema,
por ejemplo, dentro de su estructura es posible crear cualquier expresión molecular
o cualquier formación celular viviente que pertenezca al universo.
Conforma
pues, la división del embrión, la misma que al desarrollarse, crea el cuerpo
humano y todos los sistemas de energía que lo acompañan.
Su
estructura constituye la base geométrica que sirve de soporte para la
delineación del Cubo de Metatrón, Pues al conectar los trece círculos por medio
de líneas se forma el símbolo de dicho cubo, el cual pone en manifiesto la
conformación de los sólidos platónicos, ya que en su seno se proyectan las
cinco formas tridimensionales a estas figuras asociadas que contienen en sí mismas
el germen invisible de toda realidad tangible, pues en su interior existe
condensada toda la información del universo.
El centro
de cada círculo es considerado un ‘nodo’ y cada nodo está conectado con otro
nodo por medio de una línea simple, lo que al final crea un total de setenta y
ocho líneas que forman el tipo de cubo denominado de Metatrón que al contener
los ‘Sólidos Platónicos’ y éstos en todas sus combinaciones posibles, crean la
totalidad de las estructuras existentes en el universo.
El cubo
de Metatrón fomenta la creación de las leyes de la perspectiva, por ser la
fuente que inspiró el modelo astronómico de Kepler usado por Galileo y
perfeccionado por Copérnico para finalmente establecer el marco de la mecánica
universal que planteó Newton.
Es
posible además asociarlo con el color blanco iridiscente y con los colores oro
y bronce, aun cuando su color es también
una manifestación de la oscuridad aterciopelada de la nada.
El Cubo
de Metatrón es por tanto, un símbolo derivado del concepto general de la Flor
de la Vida, que se utilizó sea como un círculo simple o como un círculo de
contención de la creación. Todo para llegar a la unidad donde se tiene que
encontrar la integración.
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Fuente:
Mi libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
Registro de Propiedad
Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor:
Daniel García Vanegas.
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comentarios a mayorideas@gmail.com
ETIQUETAS:
Geométrico, geometría sagrada, hologramas, fractales, Yantras, mandalas,
laberinto, espiral, Mer.ka-bah, sólidos, perfiles, figuras, poliedros regulares,
sistemas, ordenamiento, energía, vibración, entidad, existencia.
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