LA ASTROLOGÍA (14)
“Después de
todo, mañana es un nuevo día”. (“Lo que el viento se llevó” de
Margaret Mitchell).
Como indicado,
en China se desarrolló de manera independiente, una astrología, si bien similar
en algunas cosas a la occidental, resulta distinta en tantas otras. Así por
ejemplo, el Taoísmo da una importancia preponderante al año de nacimiento,
asignando de ésta forma en el horóscopo Chino una serie de características
definidas, dando un signo regente para cada año.
HORÓSCOPO CHINO
Sobre su origen, de manera anecdótica cuenta la tradición que antes de morir, Buda el avatar por
excelencia denominado “el despierto o
iluminado”, hizo un llamado a todos los animales de la tierra, para
contarles cuál era su última voluntad. Para su sorpresa, sólo doce animales
acudieron a la cita. La rata fue la primera en llegar, luego llegaron: buey,
tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono, gallo, perro y cerdo.
Como recompensa
por la devoción que le brindaron, Buda les asignó un lugar en los doce signos
del zodíaco chino y dijo: cada animal regiría por un año, de forma tal que su
influjo, afectaría a la personalidad y el carácter de aquellos que nacieran
bajo su espectro.
Sin embargo,
tanto en oriente como en occidente está claro que no todos los nacidos bajo un
signo piensan igual o tienen una personalidad o un carácter igual. La gran
diferencia obedece a la influencia cruzada que conforman los tres aspectos más
importantes que marcan el ascendente determinado por el nacimiento, pues según
su enseñanza, a cada animal le corresponde además influir además
subsidiariamente, durante el lapso de dos horas diferentes, a lo largo de cada
día.
Según las
enseñanzas de los antiguos filósofos chinos, son cinco los elementos básicos
que poseen características especiales y son asignados a cinco planetas visibles
sin instrumentos: agua => Mercurio; metal => Venus; fuego => Marte;
madera => Júpiter; tierra => Saturno; los cuales asimismo ejercen una
influencia adicional sobre cada individuo, junto con las energías independientes
provenientes del Yang => Sol y el Ying => Luna.
Las influencias
de todos y cada uno de estos elementos son consideradas importantes para definir
cada situación de la vida. Por ejemplo, el agua es esencial para subsistir; el
fuego para cocer los alimentos, dar calor e iluminar; la tierra para cultivar;
el metal para la elaboración de herramientas y armas; y la madera para la
construcción de viviendas.
De modo que
sostienen que cada animal rige un año lunar, además indican que cada uno de los
cinco elementos, gobierna por diez años. Y no solo eso, cada elemento reina por
espacio de dos años y de manera alternativa, alternan su influencia, uno bajo
el signo del Ying y otro bajo el signo del Yang. De esta forma se establece el ‘equilibrio’,
concepto que resulta fundamental en la profunda concepción de la filosofía
china.
En complemento,
el Taoísmo constituye un sistema global de descripción de la realidad de manera
que analiza y clasifica los fenómenos de la naturaleza. Sus teorías son
consideradas como leyes cósmicas inalterables, aplicables a cualquier plano y a
las diversas manifestaciones de vida.
Mientras
tanto, otras culturas han considerado la semana de siete días, el mes de 28 y
el año de trece meses, lo que da un año con un total de 364 días y queda libre un
día adicional. Su representación se realiza sobre un cubo-octaedro de doce
esferas, rodeando uno central, donde se insertan los cinco sólidos platónicos.
Antes de la aparición
e implantación del zodíaco se usaba el cinturón ecuatorial; así, los egipcios
tenían 36 decanos ecuatoriales que regían 360 días, dejando cinco días epagómenos sin asistencia
divina.
El cinturón
ecuatorial egipcio pasa por las "tres Marías", llamada constelación
Sahu u Orión en Egipto. Tal como se indicó, los signos del zodíaco son dibujos
caprichosos que los seres humanos diseñaron en el cielo, específicamente con
fines orientativos y en su forma varían dependiendo de cada cultura, cuyo diseño
está ligado con su propia interpretación.
El zodíaco o zoodiaco,
del griego zoé-diakos, significa
rueda de la vida y es una banda creada a partir de un sistema de coordenadas
que se extiende de ocho a nueve grados a ambos lados de la eclíptica sobre la
esfera celeste, franja en la que aparentemente, desde el punto de vista de la
superficie terrestre, se desplazan el Sol y los planetas.
Su nombre
proviene del hecho que la mayoría de las constelaciones tienen nombres de
animales, derivándose de allí la palabra zodíaco ζωδιακό,
del vocablo griego zoon ('animal') o zodion, que significa las ‘figuras’,
modelo que fue copiado por los griegos, aproximadamente, hacia el siglo
VI a. C., para por su intermedio, entrar a visualizar el paso del
tiempo, a través de las fases lunares.
Según sus más
arraigadas creencias, el universo es un conjunto interdependiente en equilibrio
y es la tarea del ser humano, guardar esa armonía, para obtener el bienestar,
tanto físico como psicológico, para por medio de su influjo, lograr la correcta
evolución de la persona.
Ahora bien, bajo
un debido rigor conceptual, la astrología no es una disciplina científica, ni
hace uso de un método científico específico, sin embargo, sigue siendo una
amplia y difundida práctica común en todo el mundo.
Empero, uno de
los argumentos más comunes usados en contra de la interpretación de la
astrología es que las afirmaciones de los astrólogos quedaron obsoletas desde
hace mucho tiempo.
De hecho la
mayoría de los astrólogos de todas las latitudes hablan de doce signos
zodiacales, es decir, de las doce constelaciones tradicionales, aun cuando en
realidad son trece el número de las constelaciones que recorre el Sol durante
su paso por la eclíptica, una vez se incluye el breve paso planetario por la
zona de Ofiuco.
Curiosamente se
analiza que desde la época en que las subdivisiones del zodíaco recibieron sus
nombres, la precesión de los equinoccios ha desplazado la visión de la banda
zodiacal del cielo tal desde el planeta tierra, aun cuando los antiguos nombres
de los signos del zodíaco no han sido modificados, a pesar que como se indicó,
ya no corresponden exactamente en sus fechas con las constelaciones reales
vistas en el propio zodíaco, encontrándose, con que actualmente el sol, también
transita por la constelación de Ofiuco.
Esto se ha
convertido en uno de los argumentos más comunes usados en contra de la
astrología pues se dice que las afirmaciones de los astrólogos han quedado fuera
de tiempo hace mucho tiempo. De hecho la mayoría de los astrólogos hablan de
doce signos zodiacales o constelaciones, cuando en realidad son trece las que
recorre el Sol a su paso por la eclíptica al incluir a Ofiuco, constelación que
no está reconocida dentro del zodíaco debido a que, a pesar de que ya se
conocía en la antigüedad cuando se formularon las reglas de la astrología hace alrededor
de 3000 años, ella estaba lejos del espectro de la eclíptica para entonces
considerada. Así que por cuenta de la precesión de los equinoccios, claramente Ofiuco
se ha ido introduciendo entre Sagitario y Escorpio, de manera que durante la
primera quincena de diciembre, el Sol transita por esta constelación.
Intentar
compaginar las creencias de las diferentes culturas que sobre los astros, los
meses, los días de la semana, las constelaciones, los dioses, los elementos,
los signos zodiacales, además de todas las demás innumerables interpretaciones
asignadas a cada una de las diversas representaciones y propiedades adjudicadas
¡no basta!, sino lo que tal vez debe ser lo más importante, ‘su verdadera
significación’, resulta casi imposible de concretar.
Sobre estos
parámetros, no hay y posiblemente no habrá fácilmente una unidad de criterios.
Unos y otros se contradicen o yuxtaponen arbitrariamente y como dice el adagio
popular, no se sabe a ciencia cierta: ‘Qué
fue primero, el huevo o la gallina’.
Sin embargo, en
un somero ejercicio para efectos de intentar hacer rimar de un modo no tan
disonante la matriz de los modelos propuestos, deriva de los meses a los
astros, de estos a los signos y de allí, a los dioses asignados como regentes
de cada uno, pero al final no se logra que su estructura sea coherente y
sostenible, en especial, a la luz del vasto conocimiento heredado de un
sinnúmero de culturas durante tantas generaciones, el cual, ha sido tantas
veces modificado y en tantas otras ocasiones acomodado, tergiversado, manipulado
o mal interpretado que se presta a la mayor de las confusiones.
Surge asimismo otro
problema relacionado con la medición del tiempo, corresponde al inherente al
diseño de los calendarios que por cuenta de los períodos de los movimientos de
los astros, no presentan una relación consistente entre sí. La influencia de la
Luna sobre la vida diaria muestra una importancia menor que la solar, ciclo que
marca las estaciones y entonces se comprende que intentar prescindir de su
definición, agrava notablemente el problema.
Muchas
civilizaciones plantearon la implementación de calendarios lunisolares, pero a
través de la experiencia se fue demostrando la superioridad de los calendarios
estrictamente solares desde un punto de vista práctico. La explicación dice que
resulta más sencillo acomodar solamente el calendario a los días, las noches y
a las estaciones del año, sin entrar a considerar la Luna, astro que va acompañado
de un movimiento diferente por lo que su acople resulta bastante complejo.
De todas
maneras, prescindiendo de la luna, aún siguen existiendo el problemas originados
por el hecho de que la periodicidad de las estaciones vista como la duración
del año trópico, tampoco corresponde a un número exacto de días promedio.
“Los signos del zodíaco marcan la
posición relativa del Sol con respecto de la ubicación de las
constelaciones del zodíaco, y en general se acepta que para cada
individuo, en su cúspide se produce en el momento del nacimiento
de la persona, instante que corresponde a la determinación del sino que le
acompaña toda la vida, regido bajo el signo astrológico correspondiente”.
Anónimo.
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Continuará…
Fuente: Mi
libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor: Daniel
García Vanegas
ETIQUETAS:
Astrología, zodiaco, horóscopo, almanaque, calendario, mitología, retrospectiva,
cosmovisión, tiempo, sumerios, tradición, humanidad, historia.
Namasté…
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