LA ASTROLOGÍA (11)
“No debe
confundirse la astrología con la astronomía, ciencia que se hace cargo del
estudio científico de los cuerpos celestes”. Anónimo.
En paralelo y
por cuenta de la persecución del oscurantismo en la zona europea, la astrología
queda prácticamente reducida a nada. Son escasos y muy custodiados los restos
de la astrología que se pueden encontrar en los manuscritos que reposan desde
esos tiempos de los monasterios medievales.
Sin embargo
hacia el siglo XII, la astrología revive pues su práctica se da abiertamente en
las cortes de sultanes y califas del mundo árabe y llegan a Europa acompañando
la invasión musulmana a España, para recuperar
su presencia poco a poco.
Muchos textos
árabes fueron llevados a Europa y traducidos al latín para de alguna manera
ayudar con el comienzo del movimiento renacentista, en momentos cuando los
mayores astrónomos Tycho Brahe, Johannes Kepler y Galileo, practican como
astrólogos de las cortes.
Cabe recordar
que los astrólogos árabes tienen una fuerte orientación matemática y
astronómica y su cuenta del tiempo obedecía al calendario musulmán, el cual se
inicia con la llamada héjira o huida de Mahoma de la Meca.
Para ese sistema
los años son lunares y no guardan relación alguna con las estaciones. Se sabe que
treinta y cuatro de sus años, equivalen aproximadamente a treinta y tres del
calendario Gregoriano. El período consta de doce meses que tienen
alternativamente 29 y 30 días Los meses son doce: Muharram, Safar, Rabi'
al-Awwal, Rabi' al-Thani, Yumada al-Wula, Yumada al-Thania, Rayab, Sha'abán, .Ramadán,
Shawwal, Du al-Qa'da y Du al-Hiyya.
Lo notable es
que en éste momento prácticamente la astrología separa de la astronomía.
Johannes Kepler por ejemplo expresa en sus escritos que no cree en la
astrología, pero que aprovecha que existe la costumbre de ganarse la vida y
obtener dinero de reyes y nobles. En estos tiempos difíciles, los astrónomos
necesitaban una excusa de supervivencia, y utilizaron el medio como una forma
de arte o una forma de vivencia.
Durante los
siguientes siglos experimenta pronunciadas oleadas de éxito en diferentes
momentos, pero fundamentalmente en la línea de predicción enfatizada por los
árabes cuyo principal representante es Nostradamus y, tras el descubrimiento de
la imprenta, pululan principalmente en las distintas formas vulgares de
adivinación para el pueblo llano a partir de la publicación de calendarios,
panfletos astrológicos que sirven como vehículos de comercio contrastados con
el miedo.
Más de nuevo la
Iglesia Católica se manifiesta en contra de la práctica de la astrología por
tacharla de supersticiosa o perjudicial. Es así como el Papa Urbano VIII
condena la astrología en la bula papal de 1631 y la tilda como herética. Sin
embargo hay numerosas referencias literarias a la astrología que funciona desde
poetas como Dante Alighieri (1265-1321) y Geoffrey Chaucer (1343-1400), o en
las obras de autores como Christopher Marlowe (1564-1593) y aún de William
Shakespeare (1564-1616).
Pues bien, otros
sistemas no occidentales de astrología, trabajan en alguna medida, con algunas técnicas
alternativas al sistema coordinado equinoccial eclíptico solar, se trata de numerosas
culturas consideran la importancia de la astrología y creen en sus designios.
En la India, la China
y los pueblos mayas han desarrollado varios sistemas para predecir eventos
terrestres, basados en observaciones astronómicas.
La astrología
hindú, basada en el texto sánscrito Jyotir
Veda, palabra que significa ‘Verdad sobre los Astros’ usa asimismo como
referencia las estrellas fijas, más en este caso, utilizan un punto cero
diferente. De todos modos, la astrología hindú es bastante parecida a la persa
y por lo tanto, muy similar a la occidental[1].
En la astrología
védica, Jyotish o ciencia de la luz,
el horóscopo también es un mapa del cielo en el momento y desde lugar de
nacimiento de cualquier niño, y lo que muestra en su explicación es la posición
fija de los astros, con relación a dicho momento.
Se remonta a
varios miles de años a.C., estudia básicamente la influencia combinada de los
planetas en los campos de energía que intervienen en la vida de los seres
humanos, pero además supone la existencia de la ley del karma que obedece al
famoso principio de causa-efecto.
La
interpretación védica, dice ofrecer una visión predictiva de la naturaleza de
las tendencias kármicas del individuo y presta especial atención, a la directa
comprensión de ciertos acontecimientos que tienden a suceder, ayudando en
términos de compatibilidad a las interrelaciones de los eventos, ya que no sólo
sirve como herramienta de predicción, sino de análisis de los mismos.
Hace énfasis en
el desarrollo espiritual del individuo y resalta, cómo puede implementarse la
propia calidad de vida por medio de la auto-mejora, y/o, por medio de un tipo
específico de conocimiento, por su cultura denominado: “Pensamiento Superior”.
Según los
astrólogos occidentales, el zodíaco tropical marca el equinoccio vernal como el
día en que el Sol entra en la constelación de Aries. Sin embargo, vale resaltar
que las observaciones astronómicas han encontrado que el movimiento de
precesión de la Tierra, hace que esta predicción astrológica hoy ante la
ciencia, resulte incorrecta, pues el eje de rotación de la Tierra tampoco está
fijo en el espacio.
Esto sucede de
una forma similar a la de un trompo girando, la dirección del eje de rotación
pasa por una lenta precesión durante un período de 25.776 años, hasta cumplir
toda la eclíptica del cuerpo planetario, en su viaje de 360 grados alrededor
del sol.
Debido al
fenómeno de precesión de la Tierra, las fechas de los equinoccios van cambiando
gradualmente durante el mismo período, modificando así casi de modo
imperceptible, la orientación del ecuador celeste.
Esto significa
que la posición de los equinoccios también cambia lentamente con respecto a las
estrellas. De hecho, cada 72 años se retrocede un grado. Es así como se determina
que después de cada 2160 años, se sale de una era, para entrar en otra.
En consecuencia
hoy, astronómicamente hablando, Las fechas de inicio y final asignadas a los
signos zodiacales no corresponden para nada a las que suceden en tiempo real, entonces,
el equinoccio de primavera ya no corresponde al signo de Aries, sino ahora, al
de Piscis y así sucesivamente. Eso lleva a revisar las fechas y los lapsos con
detenimiento.
Es más, la
duración del tránsito de cada signo no es uniforme como ha sido
esquemáticamente asignada, sino por lo contrario obedece a una realidad
temporal que depende del tamaño y la distancia de la constelación en cuestión,
por lo tanto la duración de vigencia de cada signo debe considerarse aleatoria
como se aprecia en el siguiente gráfico:
FECHAS Y LAPSO DE TRÁNSITO POR
CONSTELACIÓN (2012)
Cada persona cree conocer su
propio signo zodiacal, aun cuando alrededor del 86% de la población nació bajo
una constelación distinta a la que aparentemente le fue asignada.
Sucede que el establecimiento de
las fechas que delimitan los signos zodiacales y fueron definidas hace más de
2.000 años distribución que para esa época, si correspondían a la constelación
de estrellas que aparecía detrás del Sol, definiendo así el día que cada uno
nacía. Sin embargo, un fenómeno astronómico desconocido para ese entonces,
muestra que las constelaciones han transitado con el correr del tiempo.
La posición real del signo del
zodiaco vigente, corresponde al de las estrellas que están detrás del Sol y aun
cuando su luz es demasiado tenue durante el día, pueden verse claramente
durante los eclipses. Además, a medida que la Tierra orbita alrededor del Sol,
aparece una constelación diferente cada mes.
Pues bien, los antiguos
astrónomos nombraron esta franja celeste con la palabra "zodiaco",
que significa "círculo de animales". Fueron los babilonios seguidos
por los griegos los que tuvieron la idea de asignar un signo zodiacal personal
que se considera determina las características de la personalidad según la
constelación bajo la cual se nace. La idea fue adoptada y los antiguos
astrólogos fijaron las fechas correspondientes.
Sin embargo aún se desconocía el
fenómeno de la 'precesión', cuyo efecto de bamboleo hace que el planeta se
comporte algo así como un trompo en su giro, en el que la Tierra
completa
un ciclo cada 25.776
años, por
lo tanto, desde cuando los signos zodiacales fueron fijados, las constelaciones
se han movido detrás del Sol cerca de un mes completo, de tal manera que no es
cierto que los signos zodiacales astrológicos reconocidos hoy correspondan a la
constelación que estaba detrás del Sol, el día en el que haya nacido alguien de
ésta generación.
Y no
sólo eso, resulta
que el zodiaco astronómico contiene trece signos, los doce ampliamente
conocidos y otro más, llamado Ofiuco.
La presencia de Ofiuco fue
deliberadamente dejada por fuera del zodiaco original desde hace dos milenios, aún
a pesar que el Sol pasa claramente frente a esta constelación luego de pasar
por Escorpio y antes de llegar a Sagitario.
La razón de tal omisión resulta
desconocida, la razón tal vez fue la simplificación pues astrólogos de la
antigüedad dividieron el recorrido alrededor del sol en 360º de una manera
matemáticamente agradable: doce partes iguales, cada una de 30º, en lugar de
dividir en trece partes que en realidad no cuadran.
Sin embargo en realidad, las
fronteras verdaderas que dividen a las constelaciones, como son descritas por
la Unión Astronómica Internacional, están lejos de ser iguales. Por ejemplo,
Ofiuco permanece detrás del Sol por 19 días al año. Hoy es día de revisar a qué
signo se pertenece, ello no va a cambiar la personalidad.
“Si bien a los signos del zodiaco
se les han adjudicado espacios de 30º en la circunferencia imaginaria de la
bóveda, allí se les asignan unas características como propias que de alguna
manera son como los colores que tiñen las energías planetarias en el curso de
su tránsito. Ellos marcan el recorrido del sol dentro de los doce sectores,
conllevando cada uno sus propias características de elemento, ritmo y dinámica,
así como definen su polaridad entre lo masculino y lo femenino, asimiladas a lo
activo y a lo pasivo. Anónimo.
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Continuará…
Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor: Daniel
García Vanegas
ETIQUETAS:
Astrología, zodiaco, horóscopo, almanaque, calendario, mitología,
retrospectiva, cosmovisión, tiempo, sumerios, tradición, humanidad, historia.
Namasté…
[1] David Frawley:
[http://web.archive.org/web/http://www.grahamhancock.com/forum/FrawleyD1.php?p=1
«The vedic literature of ancient India and its many secrets». Consultado el 17 de abril de 2015.
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