LA METAFÍSICA NUMÉRICA
“El que no cree en la magia nunca la encontrará”. Roald Dahl
TRANSICIÓN A OTROS NÚMEROS.
No
sólo el Tres es triple para el cumplimiento de la función unificante como ya
fue expresado, sino que esto también se cumple en el objetivo de cada uno de
los otros dos números básicos.
Cualquier disposición
ternaria debe en efecto:
Ø Disponer
de Uno para unirse a los Dos, para así permitir el desarrollo de un tipo de
polarización hacia el mismo;
Ø Tomar
su unidad esencial, como término intermedio;
Ø Penetrar
en los dos con él, para cumplir allí la unión definitiva hacia el nuevo nivel.
Por lo tanto, el Uno
cumple la misma serie de disposiciones en el seno de ambos, de modo que es así
como la unión, se efectúa por cuenta de la penetración recíproca.
Así para la unión
creadora del Uno es absoluto ante los otros dos números primigeos, ya que
representa el Amor como la primera fuente de toda la creación, de manera que
sirve en primer lugar de Uno, cuya Causa de realización: es el primer
pensamiento, mientras su Verbo en él, produce luego un Medio, esto es, una posibilidad en el plano de la creación limpia que realiza por medio del
pensamiento; y en el tercer lugar, participa de la fuente de eficacia o fin último
de la Fuerza que ejerce sobre la inercia del No-Ser.
Son
tantos los grados de descenso del pensamiento hacia el Verbo en su sacrificio
de amor en el seno de la Naturaleza, que dispone de la fuerza de la
Inteligencia, a su vez capaz de recibir el pensamiento divino; da a la ‘Idea de
la Forma’ todo aquello que puede responder al plano del Verbo y permite a la
Energía, que cumpla su misión y además conserve esa forma.
Es por eso que San Juan
dice: " Hay tres que dan testimonio al cielo: el Padre, el Hijo y el
Espíritu Santo; y son tres los que dan testimonio sobre la Tierra: el Espíritu
(inteligencia plena), el Agua (idea de la forma maleable), y la Sangre (la
energía)”. Ello es también aquello que está simbolizado en el Sello de Salomón.
De su representación
surgen varias consecuencias:
En primer lugar, hay
tres fases en la creación, y por consiguiente se establecen tres clases de
creaturas:
Ø el
plano divino o la región divina del Pensamiento, el de Uno;
Ø el
plano medio de transición o región media, el Inteligible, y de la ley; y
Ø el
Plano de los efectos y de posibilidad del ser real.
Es decir en su
composición hay una debida selección unitaria, en la región de las formas.
En segundo lugar, aparece
la existencia o más bien, el funcionamiento del Tres que lleva inmediatamente hacia
la existencia y al funcionamiento del Seis: sus efectos son concomitantes a
causa de la polarización primitiva y a causa de su fin, de modo que ahora se puede
decir: ‘No de uno sin dos, no de dos sin tres, no de tres sin seis’.
Por fin no sólo la
existencia del Espíritu de unidad lleva al Seis, sino que conduce al fin
realizador que es su razón de ser y a la creación, así, conlleva la tercera
Trinidad. No basta, en efecto, que para los Dos hubiera sido permitida la
realización o la unión final, hace falta que lo ejecute a su regreso, por su
esfuerzo limpio. A cada una de las facultades enumeradas en seguida, como
recibidas por los Dos del Espíritu de unidad, se añade una nueva facultad
activa y limpia que se despierta.
Al poder de la
Inteligencia responde el Amor, la Atracción, el Deseo, fuentes de toda
evolución. A la idea se sobrepone con Voluntad, esto es, la decisión de
producir la forma que sea adecuada a la sentida.
A la energía se añade
el Movimiento, entonces se produce el deseo y el querer, como actividades
efectivas del espacio por vía de la extensión. Hay pues Tres trinidades
necesarias para la Creación, y no solamente Dos.
Así la sola existencia
del Uno que lleva a la de los Dos, necesita también de nueve números. Es por
esto que Pitágoras y los Antiguos decían: se tiene allí sólo un número, el que
se escribe: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9; pues ningún otro es un número
propiamente dicho, es sólo un compuesto hecho de ese Número básico repetido más
o menos veces: sólo esta serie limitada, se define como: ‘El Número’.
Ahora bien, se
distinguen allí dos secciones componentes:
Ø La
Trinidad, el elemento fundamental de esta primera serie de números ideales 1, 2
y 3.
Ø Los
seis números siguientes, duplicados de la Trinidad denominada segunda serie y
compuesta por el 4, 5, 6, 7, 8, 9.
Éste, es el compendio
de los ‘Números Matemáticos’, en cuanto todos los demás números posibles, han
sido reunidos bajo el nombre de ‘Números Complejos’.
El diez, que los
resumía expresando la unión terminada por ambos polos, era considerado por
algunos el Número perfecto. He aquí la razón decimal del sistema numérico y a
grandes líneas, la representación de la Creación simbolizada en el Árbol de la
Vida o Sefirot.
Todos los números
espirituales diferentes del Uno, esto es, el 2, el 3, el 6 y hasta el 9, se
distribuyen dentro de las tres trinidades, para desempeñar desde allí el papel que
corresponde a su rango ascendente, más todo hace por analogía la trinidad
primitiva, según lo muestra el cuadro resumen, donde está la llave de los
significados trinos respectivos.
.NIVEL
|
Divino
|
Natural
|
Volitivo
|
Ideal
|
1
|
2
|
3
|
Duplicado
|
4
|
5
|
6
|
Triplicado
|
7
|
8
|
9
|
Los números de la
primera columna, hacen las veces de Uno o de Ser en cada escala y son
considerados divinos. Los de la segunda y tercera columna, hacen la veces de
los dos, nacidos del No-Ser y atribuidos a la Naturaleza; en cuanto a los
restantes, son asumidos como voluntarios o psíquicos, porque a ellos pertenece
el derecho de pronunciarse sobre la aceptación o la negativa de reconocer la unión
con el amor, y por consiguiente, son los derivados del don del albedrío provisto
por el Espíritu Santo.
Se asevera que es en el
Dos, donde por oposición está la raíz del Mal, acompañado por el Cinco, que se
encuentra provisto de la misma naturaleza y está ubicado en el centro del
cuadro.
Al analizar rápidamente
las características de las demás cifras aritméticas que los representan, se
puede complementar la idea de la agrupación sugerida.
Cuatro
|
Jefe de la segunda Trinidad y corresponde al
segundo Uno, que surge como revelador del Pensamiento divino.
|
Cinco
|
Verbo realizador de esta Trinidad, aparece como
fuente de toda fuerza reveladora, libre y responsable.
|
Seis
|
Espíritu unificador de esta segunda Trinidad, al
ser sobre todo de naturaleza natural, corresponde a la Belleza de la Forma.
|
Siete
|
Jefe de la Tercera Trinidad y aparece como la
primera realización; es la Fuerza Espiritual vivificante, el Consejo de Dios
y se especializa en diseminar los siete Principios directivos.
|
Ocho
|
(Tercer Dos) es el Número que se ajusta las
voluntades, enumera la ley, pues manda sobre el Destino y la Muerte
|
Nueve
|
Armonía de esta última Trinidad, es la Fuerza de
la Virtud y la Bendición de todas las formas armónicas.
|
En éste punto se aclara
que las características antes enunciadas, son sólo algunas indicaciones muy
sumarias, porque cada número merece un estudio especial y profundo, tanto más
detallado, cuanto más fuerte sea, esto, porque cada uno tiene tantos
significados diferentes, como unidades lo conforman.
Se da paso
entonces a un acercamiento al estudio de
los números con el propósito de intentar caracterizar cada número, ya que se le
pueden asociar ciertas condiciones que tradicionalmente le han imprimido su
propia personalidad. Tal es el caso de por ejemplo:
LA UNIDAD
Sexo
|
Impar, activo, auto creativo.
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Origen
|
Oculto al ser humano.
|
Divisibilidad
|
Indivisible.
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Su Cuadrado
|
El número mismo.
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Su Cubo
|
El mismo.
|
Su Raíz esencial
|
El mismo.
|
Su Nombre
|
LA UNIDAD.
|
Sentido Sefirótico
|
Potencia suprema.
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Significado esotérico
|
Síntesis de todos los Números.
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Correspondencia geométrica
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El punto
|
Adaptaciones diversas.
|
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Naipe
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Primera lámina: el Batelero, síntesis del juego.
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Astrología
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El Principio creativo: el Sol, el pilar del
mundo.
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Cábala
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La letra Madre: Aleph
|
Nota: Este tipo de
caracterización la puede hacer el observador como un ejercicio válido, con
cualquier otro número básico y/o con todos.
LA DUALIDAD
El dos, formado por
oposición, resulta cuando la unidad en sí misma, se opone a sí misma 1/1 = 2
EL TERNARIO:
El número 3, es el
regreso a la unidad, que parecía quebrada por el número 2. Justo uniendo el
Hijo al Padre, es así como el Espíritu Santo se realiza; es por esto que puede ser
considerado como la erupción de la unidad. Emana de ella directamente,
participa en su virtud, y expresa paz y beatitud. Bajo un aspecto
particular, el número 3 cierra el ciclo del ser entero y puede estar
considerado como el primer gran desarrollo de las múltiples ideas del ser, que en
un principio era sólo una.
“La magia es
un puente que permite ir del mundo visible hacia el invisible. Y aprender las
lecciones de ambos mundos. Paulo Coelho.
Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor: Daniel
García Vanegas
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