“Es más sencillo desplazar un
río, que cambiarle su carácter”. Proverbio chino.
La sensorialidad, es la característica básica relacionada con la
capacidad de captar las características de los eventos en el inconsciente por
medio de la percepción de los sentidos y hacerlo de una manera consecuente.
La percepción, resulta ser algo más que lo que se ve, se oye, se
siente, se saborea o se huele, pues ella, es además y simultáneamente, el
significado mismo que se da a las sensaciones conscientes, producto de la
asociación que se produce ante las ideas y de acuerdo con la capacidad
individual.
Se trata de un proceso mental que está incluido dentro del desarrollo y
asimilación de la información, el cual permite tomar consciencia, organizar,
interpretar y codificar los datos sensoriales recolectados, a fin de conocer y
reconocer el objeto, hecho o concepto, junto con sus cualidades y
características, para luego, colocar al organismo en posición de establecer una
relación directa con el entorno más cercano y así, llegar a seleccionar
aquellos estímulos que le resulten más relevantes, según sea del caso.
Cada sistema sensorial, dispone de receptores para recoger la
información del entorno y transmitirla al cerebro, esto, por medio de las vías
nerviosas, a fin de descifrar la información con la ayuda de la memoria, para llegar
a producir y/o alertar al observador, sobre los significados respectivos, dentro
de un entorno amplio de contextualización.
Así pues la sensorialidad, es la soberana facultad de sentir,
alimentada por los diversos órganos sensorios, que forman parte integral del
gran aparato mental, mientras la lectura de cada una de las sensaciones, es
asignada a aquella parte del cerebro, en donde se supone radica el centro
administrador de cada una de ellas de manera particular, en el funcionamiento conjunto
del individuo.
Las capacidades sensoriales, son las más tempranas funciones que se desarrollan
en la persona, aún inclusive antes de nacer, por ser la suma de sus efectos, la
base del desarrollo perceptivo, cognitivo e intelectual del observador.
Es a partir de las sensaciones y de la percepción múltiple que les
acompaña, como se van desarrollando aquellos procesos superiores de
conocimiento, inteligencia y de formación del lenguaje, junto con todas las
demás manifestaciones, propias del ser humano.
Se ha probado que la inteligencia se abre a partir de la captación de informaciones
sensoriales y de las exploraciones motrices, ello, desde el momento de la misma
formación primigea en el vientre de la madre, captando hasta las mínimas percepciones,
que luego permitirán a cada individuo, construir sus propias habilidades captativas,
motrices, lingüísticas y las demás condiciones socio-afectivas que le son
propias.
El desarrollo sensorial, construye los canales por donde el individuo
recibe toda la información de su entorno tal como, los colores, formas, olores,
sabores, energía, magnetismo, sonidos o las reacciones propioceptivas de su
cuerpo, las cuales además, permiten detectar entre otras múltiples cosas, las
sensaciones de hambre, frío, orientación, posición del cuerpo en el espacio,
dolor, resistencia, placer, etc.
Entonces, es a partir de estas informaciones, que el sujeto produce
respuestas adaptadas a las condiciones del medio, es decir, reacciones que al
final, se traducen en acciones y dan base a los comportamientos tanto reflejos,
como inteligentes.
Si
bien el término sensorialidad, considerando para este caso como un aspecto
funcional netamente físico y dando un estricto sentido a esta palabra, se
refiere a la acción resultante de los diferentes receptores sensoriales, esto
es, del mensaje proveniente de aquellas estructuras microscópicas capaces de
captar estímulos internos o externos, tanto de naturaleza aferente (receptor)
como eferente (estímulo), ya que están compuestas por diversas clases de
células nerviosas, hoy denominadas en la biología celular actual como ‘mecano-receptores’
y que, sólo son visibles por medio de una avanzada microscopia electrónica o
atómica.
Sin duda, la función más importante que ocurre en la mente, es el
procesamiento de la información concentrada en el cerebro, a través de los
circuitos de convergencia, que conducen al manejo de los procesos mentales
superiores.
Su espectro abarca asimismo, la totalidad de las funciones no
intelectuales, junto con las funciones afectivas.
Para ello, convencionalmente se utiliza una combinación de capacidades
concentradas en la inteligencia, que conllevan los elementos conformantes de la
voluntad, el pensamiento, la emoción, la consciencia, etc.
Ellas interactúan por medio del uso de una serie de herramientas como
son: el razonamiento, la lógica, la percepción, la memoria, la imaginación, las
ideas, la conceptualización, el manejo del lenguaje, la sensibilidad, la
sensorialidad y demás elementos estimulantes, los que en su conjunto holístico,
marcan el derrotero de la vida y definen el carácter y la conducta de cada
individuo.
Entre las funciones más importantes en que la mente participa, está la
programación bio-cultural; en ella, se encuentran la representación en imágenes
multi-sensoriales de la información, producto del almacenamiento de las mismas,
en bancos de memoria.
El
concepto de mente, ha cambiado considerablemente a lo largo de la historia,
pues desde un principio, su acción se ha confundido con la del alma o con la
del espíritu, aun cuando a la luz de ciertas teorías pragmáticas modernas,
tiene mucho más que ver con el entendimiento y su capacidad de generar ideas y
de crear todo pensamiento.
El lenguaje de la mente, es tan amplio y versátil como lo son las
funciones que cumple, lo que por su complejidad deriva, en algo muy difícil
comprender.
Por una parte, es necesario conocer sobre los aspectos fundamentales de
la fisiología neuronal y actividad bioquímica, entre otros; y por otra, se
requiere comprender aspectos psicológicos, que incluyen, formación,
pensamientos, sentimientos, experiencias y todos los demás elementos
relacionados, que conforman este dominio.
Más aún, la gran dificultad en la comprensión de la estructura y
lenguaje de la mente resulta evidente, ante la cantidad de especialidades
distintas del saber humano que intervienen en el estudio de la mente, que sin
ser exhaustivas o excluyentes forman parte de las disciplinas del conocimiento
humano.
Por ejemplo, en el campo médico intervienen la anatomía, fisiología,
genética, psicología, psiquiatría, bioquímica, neurología, bio-gerontología,
etc.; en el campo de las humanidades: la filosofía, sociología, pedagogía,
antropología, ontología, metafísica, axiología y muchas otras, haciendo cada una de ellas, distintas interpretaciones
del papel que juegan el pensamiento, la mente y del
cerebro, desde ángulos totalmente diferentes.
Conseguir la dilucidación e integración de todos estos variados enfoques,
sería fundamental para resolver muchos de los tantos misterios sobre la mente
humana, que hoy, permanecen sin resolver.
META-SENSORIALIDAD
“Ese día que tanto temes por
ser el último, es la aurora del día eterno”. Lucio
Anneo Séneca.
Con alguna frecuencia, la facultad de la racionalidad lleva al hombre
inquieto, a mirar lo innegable.
Esto transporta el pensamiento más allá de lo conocido y lo lleva hasta
el mundo ignoto, en el reino de la meta-sensorialidad, allí donde debido a las
limitaciones propias de la mente humana, resulta muy difícil encontrar
respuestas precisas a ciertas dudas superiores que surgen en el pensamiento,
entonces, es cuando aparece en el camino, el alimento proporcionado a la mente
por las fuerzas de la revelación, ellas generalmente son metafóricas y por
tanto, están sujetas a las más variadas interpretaciones y tendencias.
Tal es el caso de las escrituras vertidas en el Bhagavad Gita, que revelan que el significado más profundo del
principio activo de la existencia, corresponde al Espíritu Supremo, que por
medio de su potencia infinitesimal eterna, goza de la percepción profunda de
todos los objetos, ello, producto del gobierno que ejerce sobre la totalidad de
los sentidos superiores.
Sostiene, que la energía material propia de la mente humana que
controla al individuo y que se retroalimenta por medio de los sentidos
perceptuales, permite que se reconozca el espíritu, el cual a su vez, también
siempre es acompañado por los sentidos ahora perfeccionados y del poder de la
mente, cuyo flujo sucede metafóricamente, de una forma similar, a la manera como
viajan las fragancias por el aire.
Reconoce que para cada uno resulta extremadamente difícil percibir el
alma dentro del corazón etéreo, aun haciendo uso de la más aguda discriminación
y/o utilizando toda la potencia de la atención focalizada disponible, puesto
que la presencia de ese subdesarrollo mental que se asimila con la impureza del
pensamiento, no permite percibir la actuación de la potencia infinitesimal, aun
a pesar que se realice un gran esfuerzo.
Y continúa argumentando, que sólo quienes perciban la inteligencia
espiritual, logran la percepción de lo eterno, ya que encuentran la diferencia
con lo transitorio. Para ello, es necesario que la capacidad innata ya se
encuentre liberada de la presencia de las formas duales.
Una vez se esté libre del falso ego, de la ilusión o de ciertas asociaciones
degradantes, será cuando se podrá reconocer la presencia del alma, pues su
enseñanza indica, que aquellos imbuidos en la naturaleza material y como
resultado de la dominación del cuerpo, no pueden percibir la potencia
infinitesimal eterna y que sólo aquellos iluminados por el ojo de la sabiduría,
están en capacidad de llegar a tener acceso a dicho estado.
Pues bien, la palabra Meta-sensorialidad se deriva del griego, metá que significa “tras, más allá” y Phatos, que quiere decir “sensación”,
esto es, “Lo que está más allá de los sentidos, aquello que supera lo
sensitivo".
Su significado, contempla todo lo que el hombre no puede percibir con
sus sentidos físicos y por lo tanto, se encuentra más allá de aquellos tradicionales
niveles representados por lo sólido, lo líquido y lo gaseoso, tal como son típicamente
reconocidos.
Dentro del teorema de la verdad demostrable de la existencia humana, la
energía vital que mueve la mente y el espíritu, debe evocar la apertura suprema
para lograr interpretar el real significado de lo que se puede considerar como una
vida trascendente.
El cuerpo, como elemento tangible, está conformado por la sustancia
fundamental proveniente del Universo y se constituye en el alojamiento temporal
del espíritu. El espíritu por su parte, se ubica en un plano atemporal, no
espacial e inmaterial, observa y cumple la función de evolucionar al Ser, al
transponer los eventos e ir más allá de las barreras mentales propias del
razonamiento material, buscando alcanzar otros planos más elevados y más
próximos al sendero que marca el camino hacia la gran verdad natural, infinita
y eterna.
Más cuando el observador cae en cuenta que sólo ve una pequeñísima
fracción de lo que existe y al lograr entender que su óptica e interpretación
se encuentran distorsionadas, pues no alcanzan ningún nivel aceptable de
objetividad, no tiene otra opción, sino aceptar esta situación y aún a pesar que
algunos destacados espíritus se enfocan en intentar dilucidar y comprender
ciertas manifestaciones producidas por el Universo desde las fronteras de lo
que racionalmente se considera la realidad, su inmensidad es tal, que finalmente
a todos los abruma.
Millones de humanos desde siglos han intentado explicar, predicar,
filosofar sobre cuáles son los caminos para transitar en el intento de entender
aquellos asuntos profundos, sobre los que se buscan ciertas respuestas.
En el afán por aclarar los interrogantes, se han ido creando una inmensa
serie de teorías, en muchos casos opuestas, que han sembrado a través del
tiempo, confusión frente al objetivo fundamental del Ser y ante disparidad que
surge en el ámbito de las interpretaciones.
Parte del propósito de éste trabajo, es articular las premisas
fundamentales pregonadas por tendencias de pensamiento orientales y
occidentales, las que buscan dar explicaciones pretendiendo ser suficientes
sobre el comportamiento humano.
Sí bien, la metafísica, la filosofía, las religiones, la psicología, la
física y las corrientes pragmáticas, inducen a considerar ciertas respuestas parciales
y cada una desde su propia óptica, pretende dar explicaciones sobre los
interrogantes milenarios que buscan dilucidar el origen y el destino del hombre,
al final se puede concluir que ninguna se acerca a considerar la real condición
holística existente dado su limitado alcance de entendimiento.
RELACIÓN DE ALGUNOS
ASPECTOS DEL CONOCIMIENTO
Se ha complicado tanto la conexión hacia el verdadero conocimiento, que
hoy en pleno siglo XXI, por alguna razón, en la tendencia llamada la Nueva Era,
prima el materialismo y la supervivencia como ejes básicos de funcionamiento de
los individuos y por tanto puede decirse, que la inmensa mayoría de los
miembros de las diversas sociedades han perdido su rumbo, y dentro de ellas, unos
más que otros.
La desorientación invade las personas, sus procesos están mal
enfocados, acelerados y producen el vértigo de la ansiedad, mientras la
problemática y los miedos perturban, complicando aún más la coexistencia
diaria.
Como resultado, cada enfoque particular da egoístas explicaciones
categóricas, tratando de demostrar la verosimilitud de sus teorías y posturas, en
todo caso, resaltando las deficiencias de las ideas opuestas.
Este sinnúmero de explicaciones, sustentadas en extensos tratados,
distraen la razón del hombre y lo confunden; entonces, en lugar de profundizar
en la unificación de criterios profundos, su variedad y disimilitud consiguen
dispersarlo y confundirlo bajo la amplia ambigüedad del conocimiento mal
concebido, que mezclado con la influencia de las creencias, los mitos, los
dogmas, las convicciones y hasta el fanatismo, se aúnan todas para producir un
profundo atentado contra el entendimiento natural del mismo hombre.
La confusión, producto de estas circunstancias imposibilita el
crecimiento interno individual y genera un deterioro esencial del espíritu, que
como si fuera poco, además se enajena con el acelerado avance tecnológico que
la civilización cree que realiza y cuyo acelerado ritmo, no es posible asimilar
en toda su dimensión.
Los límites se han sobrepasado, los códigos son más agresivos, las
horas dan la impresión de transcurrir a velocidad vertiginosa, el mayor ritmo y
el devenir de los días, impresiona por la rapidez con que aparentemente se
suceden. El hombre está lanzado en una loca carrera de alienación, buscando
algo que siempre surge como errado o que al final no tiene claro.
El recorrido diario por las rutas de la vida, depende de la ambición y
del reloj, sin importar quienes queden tendidos en el camino, pues su afán
desmesurado, libera los más intrincados instintos. Hoy, cuántos acuden a
pastillas, alcohol, medicamentos, fármacos y a drogas de todo tipo, para
aliviar las pesadillas o buscando adormecer la conciencia. De esta forma, se
quema el cuerpo y se aísla el espíritu.
En general, la problemática que circunda al hombre, condiciona el
funcionamiento de toda la cadena, eslabón por eslabón. Los dramas individuales parecen
distintos, aun cuando convergen hacia puntos comunes, pues aun cuando
aparentemente se viven hechos únicos vistos desde el panorama individual, en el
fondo, ellos son simétricos en su conjunto.
La contaminante corrupción, la inmoralidad y la insensibilidad, recorre
a su discreción, todos los estratos sociales, envileciendo fundamentalmente a
aquellos que detentan el poder, cuyos espíritus, producto de su ambición y
soberbia, quedan degradados, y aun a pesar de esto, irónicamente sus modelos,
son hasta exhibidos como dignos de ejemplo.
Estos estigmas envilecen en especial, a aquellos que se enriquecen a
expensas del dinero de los pueblos, los que organizan guerras, matan y envían a
la muerte a otros hombres, los que en nombre de la justicia generan
injusticias, los jueces que no cumplen con las leyes, tanto o más que aquellos
que delinquen rampantemente, todos ellos sin excepción, están matando y
muriendo con los ojos abiertos.
Los mismos, de repente son zombis parlantes que deambulan asociados
entre el fragor de la vanidad, produciendo tal dolor y sufrimiento, que hacen
aullar a sus semejantes, como resultado de sus viles actuaciones.
A la humanidad le quedan dos opciones: continuar deslizándose por la ilusión
de una montaña rusa engañosa, que lleva a hacer creer que se asciende entre
virajes repentinos y produce descensos turbulentos, mientras que en realidad el
hombre está paralizado en la superficie del vehículo escogido, sin rumbo, ni
azimut.
O por el contrario, es indispensable volver a reencontrar la esencia ya
diluida desde hace tanto tiempo y hacer las preguntas correctas, buscando las
respuestas adecuadas que abran la conciencia individual y colectiva en búsqueda
de la ‘Causa de la causa’.
Desde épocas muy antiguas y desde diversos ángulos del pensamiento
humano, diferentes culturas han sustentado que es posible tener un mejor acceso
al conocimiento, si se implementa la reflexión y se aplica con disciplina el
uso del pensamiento, en busca de la verdad.
No se trata de una tarea fácil, para empezar, se debe regresar a etapa
de la inocencia natural y espontánea que surge durante la infancia, cuando sin
mucho discurrir, aparecen con frecuencia en la mente algunas preguntas consideradas
sabias:
-¿Quiénes somos?, - ¿De
dónde venimos?, - ¿Hacia dónde vamos?, - ¿Qué es la vida?, - ¿Qué es la
muerte?,- ¿Qué es el Universo?, - ¿Cuál es el sendero?...
Y luego por ende, se trata de buscar las repuestas en el fondo del alma
adulta y responsable, que se supone y se pretende, cada observador debe tener.
Allí está el punto de partida, desde donde se comienza a transitar el
sendero explicado por los grandes sabios de otras épocas, quienes vislumbraron con
cierta claridad, las posibilidades potenciales del Ser.
Algunas personas dedicadas, disciplinadas y con el firme propósito de
ir más allá en busca del conocimiento, ya han buscado el camino de retorno que
sólo es posible encontrar, si se conoce cuál es el origen y se define la ruta a
seguir para encontrar al ‘Ser Interior’.
Han acudido entonces en procura de la iluminación proveniente ya sea de
Seres de Luz o de Maestros ascendidos, quienes por diferentes medios han
respondido al llamado y han comunicado de modo claro sus manifestaciones de
disposición y entrega.
Tal es el caso de las develaciones propuestas por Nahu Nahi, quien afirma que el ámbito cosmológico de la historia es
mitológico, y resulta percibido por algunos como portador de desalentadores
mensajes de pesimismo, o como advertencias acerca de posibles problemas
mayores.
Más indica que otros por el contrario, se centran sólo en dar mensajes
de esperanza y de luz, y se niegan a detenerse en las malas noticias que
vaticinan un dudoso futuro de destino del mundo.
Las ominosas situaciones del mundo son reales. Es imposible mirar a
través de las políticas de los gobiernos de todo el mundo y ver en ellas que no
hay coherencia, benevolencia, acción iluminada, o, en general, manifestaciones
de algún comportamiento inteligente, que se muestre como una posible salida
hacia la requerida igualdad y la unidad.
La familia humana se ha vinculado al proceso a lo largo de miles de
generaciones y cada vez regresa a su hogar, el planeta Tierra, en aras de
superar la generación anterior de dominio, por ahora buscando comodidades,
estilo de vida, y tecnología.
Mientras tanto, la madurez emocional del sistema individual, sigue
escondiéndose en el sustrato viciado de la violación, el abuso, la esclavitud,
la guerra, la deshonestidad, la codicia, el fraude de los gobiernos, y un
centenar de otros vicios, producto de la debilidad y de la desilusión de los
seres humanos, programados para ver únicamente la imagen externa de la mente, a
la vez condicionada por una clara limitación de su sistema de acción.
La familia humana ha buscado construir una pirámide de vida, manifiesta
a través de cientos de generaciones y cada nueva generación, construye una
nueva capa de actualización técnica y experiencial, que en particular modifica
el estilo de vida propio de cada época.
El conocimiento se acerca a la cúspide de esa pirámide, donde queda
poco que añadir, pues cada día es mayor, así que el observador debe mirar con
desapego lo que la humanidad ha construido y analizar si ello ejemplifica la
trascendencia del verdadero Yo.
Propone el maestro, que la pirámide se manifiesta dentro del mundo
tridimensional, derivada de un conjunto de construcciones defectuosas dentro de
un marco específico, que lamentablemente han surgido durante millones de años
para inducir a la humanidad a la colocación repetitiva de elementos
constructores deficientes, tendientes a la anulación de la presencia del ‘Ser
interior’, denominación dada, al Ser así llamado ‘Soberano Integral’, figura
central, situada dentro de la mitología moderna.
El Soberano Integral, es el Ser transparente en expansión, que calza
únicamente en la era actual, a la que se está entrando. ´´Él es el portal, a
través del cual el observador puede experimentar la Primera Fuente en
condiciones de unidad, igualdad y verdad incondicionales.
No es el alma o el espíritu. No es Dios. Tampoco está afiliado al
Complejo Dios-Espíritu-Alma que se trata en otro título. De hecho, se encuentra
por fuera de cualquier construcción dependiente del Sistema mental Humano.
La Primera Fuente, es la esencia primordial del todo, que en última
instancia, es la totalidad existente y vinculada. Se refiere a veces como el
cuerpo de la Fuente Colectiva y representa la conciencia global de todas las
cosas, en forma unificada.
Y ésta, es precisamente la razón, de por qué puede ser un desafío
entender lo que es en esencia es el ‘Soberano Integral’, y por qué el
observador requiere de una significativa preparación previa para experimentar
las incomparables cualidades y expresiones dimensionales de su propia individuación.
El soberano Integral, se encuentra por fuera de cualquier limitación y
aún debido a su naturaleza infinita, abarca todo. Como elemento abarcador del
cuerpo humano, es tan cercano a éste, como lo es la respiración a la vida, que
aun cuando se manifiesta circulando dentro del instrumento humano, su esencia
permanece en su propia existencia cuántica, esto es, se auto-contiene en el
vacío y en la quietud.
La descripción de vacío acá mencionada, parecerá incompleta, y para algunos,
un poco terrorífica, pero el vacío en referencia, es simplemente el ‘vacío de
la ilusión’, que acompaña las decepciones y las separaciones que contiene el
Sistema Mental Humano.
En la quietud, en el sin propósito y en el vacío de cada uno, todo existe.
Y, sin embargo cabe anotar: ¿No es esto precisamente lo que los seres humanos
más temen?
Tal vez sería exacto decir que éste, es el origen del miedo en sí.
Resulta una ironía que el Soberano Integral, que es el elemento que más
claramente define el vacío, sea motivo de temor.
En su debido momento, nadie se puede negar a mirar a través del portal
de su instrumento humano y percibir vida sin la asistencia de la mente.
Al temer a la pausa programada en el sistema mental humano, se ha
aceptado que el vacío no es asociado sino a la muerte y a la no-existencia.
Por ello incansablemente, se buscan la belleza, la armonía, las vistas
espirituales de los mundos superiores, las descripciones de la paz y del amor,
la presencia angelical, la experiencia de unidad y belleza, todo por fuera del
Ser, más sin embargo, no se quiere pasar por la puerta de entrada hacia el
vacío, temiendo llegar allí, justo porque se tiene la idea preconcebida, que el
vacío, es la inexistencia de la mente.
Como se ha indicado, el instrumento humano, está conformado por tres
componentes principales: el cuerpo físico o biológico, el emocional, y el
mental.
Estas tres herramientas diferentes de percepción, en su conjunto
representan el vehículo de movilización del espíritu individualizado, que así
interactúa con las dimensiones físicas representadas por el tiempo, el espacio,
la energía y la materia.
Por consiguiente, surgen una serie de explicaciones, de leyendas y
revelaciones, cuyas conclusiones sobre los contenidos, simplemente quedan a
juicio de cada observador.
Sin embargo, para efectos del desarrollo del tema acá tratado, en
particular sobre el tópico de la espiritualidad, dichas notas quedan así plasmadas,
para su ulterior análisis, ojalá, para su posible verificación y ampliación,
hasta llegar a la divulgación de ser el caso, que como se dijo en otro título:
“Todo hombre puede llegar a
saber la verdad, al recibir las respuestas desde la Inteligencia Superior, para
ello, sólo basta con formular las preguntas adecuadas y oportunas”. Anónimo.
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Fuente: Mi libro “UN SENDERO A LONTANANZA”.
Autor: Daniel García Vanegas.
Dar sus comentarios a mayorideas@gmail.com
“Uno puede llevar el caballo al agua, pero no lo puede hacer beber”.
Proverbio árabe.
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