LA NUMEROLOGÍA
Las matemáticas poseen no sólo la verdad, sino cierta belleza suprema.
Una belleza fría y austera, como la de una escultura. Bertrand Russell.
FUENTE: neoteo.com
En éste punto se aclara si, que el alcance de estas notas
no pretende para nada involucrar un conocimiento, sino dar un leve acercamiento
sobre algunos datos considerados interesantes en la práctica ésta disciplina.
Es así como el estudio de la numerología se remonta a la antigüedad más diversa y remota, la cual se ha conservado en especial, mediante la tradición iniciática
aun cuando con alguna frecuencia se asume que los conceptos matemáticos hoy utilizados tienen
origen reciente, más
no es así.
La realidad es diferente,
tal es el caso de una reliquia conocida como “el Papiro de Rhind” o “el Papiro de Ahmes”, aforado con una antigüedad de
cerca de 3800 años, el cual contiene una recopilación de alrededor de 87 cuestiones matemáticas, muchas de las cuales son lo suficientemente
complejas como para que muchos estudiantes avezados sean incapaces de resolverlas.
Escrito sobre un material usual en su época, esto es, elaborado a partir de la pulpa obtenida de
una planta acuática muy común en el río Nilo, en Egipto
conocida como papiro, su área
mide alrededor de unos seis metros de longitud y 33 cm de ancho, además se encuentra en muy buen estado de
conservación, por lo que es considerado un verdadero tesoro. Los peritos
estiman que el papiro fue escrito aproximadamente unos 1650 años a.C., por un escribano llamado Ahmes.
Lo notable además, es que los conceptos matemáticos que contiene, son aún más antiguos, ya que como el propio escriba lo explica, el papiro es básicamente una recopilación de
textos anteriores, cuyo origen se remonta hasta unos 1000 años antes de ese tiempo. No es posible determinar a ciencia cierta la
edad de cada uno de los 87 conceptos explicados en el
documento, pero todos son de interés para los matemáticos,
ya que se incluyen cuestiones aritméticas básicas,
fracciones, cálculo de áreas, volúmenes, progresiones, repartos proporcionales,
reglas de tres, ecuaciones lineales y trigonometría básica.
La historia reciente del tránsito del documento se remonta a mediados del siglo XIX. En 1858 un egiptólogo escocés llamado A. Henry
Rhind visitó Egipto para tratar su tuberculosis y casi sin proponérselo
encontró en un mercado de Luxor
el papiro que actualmente se conoce como papiro Rhind o de Ahmes. Según logró averiguar, el documento había
sido hallado en
las ruinas de un antiguo edificio de Tebas. Cuando Rhind falleció cinco años más tarde, a los 30 años de edad, el papiro quedó alojado en el
Museo Británico, aunque algunas de sus partes se habían perdido.
Cincuenta años después algunos de los
fragmentos extraviados se hallaron en los almacenes que posee la Sociedad histórica de Nueva York y fueron trasladados
al Museo Británico de Londres. En la actualidad, el documento se compone de 14 láminas, con un tamaño promedio de 40 x 32
centímetros, agrupados en tres partes. Los papiros EA 10057 y EA 10058 se
encuentran en el Museo Británico, aunque no están exhibidos al público,
mientras el papiro 37.1784E se encuentra en el Museo de Brooklyn.
La primera frase del papiro es prometedora pues dice: “Cálculo
exacto para entrar en conocimiento de todas las cosas existentes y de todos los
oscuros secretos y misterios". Y en realidad su contenido le hace
franca justicia.
A lo largo de esos seis metros de histórico documento, se encuentran
desgranados conceptos claves para la matemática y la geometría, así como una
explicación del sistema egipcio para dar tratamiento al
cálculo de las fracciones.
Es sabido que los egipcios antiguos operaban
con fracciones de una manera ligeramente distinta a la actual, utilizando sólo
fracciones unitarias (de la forma 1/n) y formando los números fraccionarios más complejos a partir de sumas. Tal sistema se explica en
el documento, junto a métodos para la resolución de
ecuaciones de primer grado, progresiones aritméticas, cálculo de áreas de
figuras planas, proporciones, progresiones geométricas y muchos sistemas más, entre los que llama la atención una sección dedicada a
problemas relativos a la alimentación de ganado y pollos bajo diferentes
condiciones. Como se puede ver, ese tipo de cálculos que tanto trabajo costaban en el
colegio, ya habían sido analizados y resueltos hace más de 3600 años.
Pues bien, en la disciplina relacionada con numerología, se
considera que el Universo entero está influenciado por los números, dado que cada uno tiene una vibración especial, lo que le da un significado y una influencia sobre los
seres que habitan en él.
Esas vibraciones se extienden además a las palabras, al valor de las letras que componen los nombres y los de aquellas personas interrelacionadas, de manera que en gracia de su explicación, se ha desarrollado una equivalencia numérica y, por lo tanto, vibratoria que corresponde
con cada letra del alfabeto.
De tal suerte, se dice que la numerología no es un dogma, ni una religión, ni pretende atentar
contra ninguna organización religiosa. Su aplicación versa sobre una de las
muchas facetas explicativas
de la armonía
del universo y de la sincronización de las leyes de la naturaleza. Posee un
código ético de sólidos pilares, cuyo seguimiento resulta obligatorio para todas aquellas personas
iniciadas en su tradición que
tengan el debido rigor de interpretación.
Por lo tanto, los Análisis Numerológicos de ninguna manera representan la
opinión personal de quien realiza el estudio, sino que se basan en un trabajo hecho con la mayor
objetividad posible, siguen cálculos aritméticos, tablas de
correspondencia preestablecidas y códigos de base exclusivos de esta enseñanza
considerada sagrada.
Sus cálculos obedecen términos aritméticos y probabilísticos, más no
fatalistas, pues junto con la ley del Orden del Cosmos,
existe el libre albedrío humano, por medio del cual todo futuro es susceptible
de ser modificado según corresponda
al accionar
integral, consecutivo y secuencial puesto en práctica por parte de cada individuo en particular y de sus creencias.
Se sostiene que en la numerología no existen
números mejores o peores; se parte de la idea que cada número muestra un
concepto arquetípico que representa algún aspecto material o inmaterial del
mundo y de los humanos.
Resulta interesante estudiar un poco más a
fondo la numerología, pues al analizar cada situación y lo que la rodea, puede
ser interpretada y relacionada desde diferentes perspectivas por cuenta de un
número.
El número cero representa lo que es y no
puede ser; puesto que al ser ubicado a la derecha aumenta el valor de lo que le
precede y a la izquierda lo reduce. Por esa razón el cero es la nada, aunque
también puede ser el todo. Alude el momento antes del inicio del tiempo e
incluso después de él. El cero se refiere entonces a lo que aún no es pero que
al mismo tiempo puede serlo todo.
Todo número es cero ante el infinito. Víctor Hugo.
Fuente: Mi
libro: “UN SENDERO A LONTANANZA”.
Registro de Propiedad Intelectual DNDA: 10-427-242
Autor: Daniel García
Vanegas
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